KJ y Dan tienen dificultades para llevarse bien
Después de años de relaciones tensas, la pareja se dirige a la casa de vacaciones de un amigo para el fin de semana para reavivar su romance…
solo para encontrar un ratón moribundo, pero no del todo muerto, atrapado en una trampa de pegamento
No se ponen de acuerdo sobre cómo lidiar con eso, con KJ abogando por una muerte rápida y Dan sugiriendo que los últimos momentos del ratón sean lo más agradables posibles.
La pareja se compromete y sigue adelante, encontrando lentamente su camino el uno al otro en este entorno idílico
Desafortunadamente, su paz se ve destrozada por la llegada de una mujercita que solo puede ser descrita caritativamente como «excéntrica»: es la hermana de su casero y no tenía idea de que alguien vivía en la cabaña familiar.
Desmoronarse es bueno, ¿verdad?
Mientras la pareja intenta hacer malabarismos con esta intrusión en su dinámica ya tensa, KJ y Dan comienzan a preocuparse de que esta desagradable tercera rueda pueda amenazar algo más que su relación…