Los sueños universitarios de Elwood Curtis se hacen añicos en una autopista de dos carriles en Florida. Tras sufrir un inocente traspié, es sentenciado al submundo de la Academia Nickel, un brutal centro penitenciario en las profundidades del sur de Estados Unidos. Allí se encuentra con otro recluso, Turner, que lo ha visto todo. Los dos adolescentes negros forman una alianza: Turner le da consejos básicos de supervivencia, mientras que Elwood se aferra a su visión optimista. En el contexto del creciente Movimiento por los Derechos Civiles, la existencia de Elwood y Turner parece muy distinta a la oratoria pulida del reverendo Martin Luther King. A pesar de la brutalidad de Nickel, Elwood se esfuerza por mantener su humanidad, lo que despierta una nueva visión en Turner.